Icono del sitio

Cerebro Elefante.Emociones y memoria.

Cerebro Elefante.Emociones y memoria.

El Cerebro Elefante.Emociones y memoria.

En la entrada anterior hablaba de cómo funcionaba la capa más primitiva del cerebro humano, el Cocodrilo. La siguiente capa (la vamos a denominar cerebro elefante) que nos ocupa apareció en la evolución cuando la curiosidad llevó a los primitivos seres vivos a buscar alimento fuera del agua, cuando empieza a desarrollarse la cintura escapular, cuando aparecen extremidades, cuando aparece otra forma de reproducción. Con el Cerebro Cocodrilo,  si anteriormente pedía a los lectores que se pusieran en el lugar del cocodrilo en su ribera del río, ahora, para el Cerebro Elefante, es el momento de ponerse en el lugar de un Elefantito. Ese Elefantito quiere ir ¿solo o en grupo?, ¿sabe encontrar alimento desde que nace?, ¿se independiza de la madre pronto?, ¿si se pierde de su grupo, lo expresa de alguna forma?, ¿reconocerá a su madre cuando la encuentre?… Es el momento de National Geografic justo antes de caer dormidos en la siesta veraniega…

Veamos, una de las características más singulares de los mamíferos es que empiezan a funcionar en grupo, de forma contraria a los reptiles, estar en grupo significa supervivencia, estar en grupo es protección. Si por mala fortuna el Elefantito se despista, estaría a merced de los depredadores, iniciándose en su cuerpo una serie de reacciones químicas que lo pondrán en guardia. Esas reacciones químicas son las hormonas que entran en juego de manera muy significativa en esta capa del cerebro evolucionado. Estamos de acuerdo en que un Elefantito para sentirse seguro prefiere estar en grupo, pongamos ahora un ejemplo muy típico humano, ese alumno que dejan fuera de los juegos, del que no se acuerda nadie para formar los equipos… por más que tenemos un Cerebro Humano recubriendo el Cerebro Elefante, ese niño no puede evitar que se le salten las lagrimas o le tiemble la barbilla al verse excluido, es su Cerebro Elefante diciendo «!por favor, tenedme en cuenta que me quedo solo!». Esas situaciones, obviamente, no dejan normalmente en peligro mortal a nadie, pero sí recuerdan a nuestro cuerpo que su Elefante está en peligro.

En este ejemplo han salido otras dos características del Elefante, una son las emociones, que además vienen aunque uno no quiera, y otra es la memoria. En esta capa de la evolución del cerebro, efectivamente aparecen las emociones muyyyyy conectadas con el Cerebro Cocodrilo, por si es más útil ponerse en guardia que llorar, y otra es la memoria. Los recuerdos se fijan más firmemente cuando van a asociados a emociones. Es en este nivel donde se almacenan los recuerdos, donde se asocia lo nuevo con lo que uno ya conoce y, por lo tanto, donde se aprende.

Es aquí donde está la amígdala, donde los estímulos que nos llegan del exterior llaman a la puerta y, como en la canción de Ana Belen y Victor Manuel La Muralla, si son buenos porque se recuerdan como positivos, se abre la muralla, si se tienen recuerdos asociados negativos, se cierra. Cuando se cierra quiere decir que el cerebro da una respuesta ultracorta a ese estímulo, poniéndose en guardia y llamando al Cocodrilo. Cuando el estímulo se asocia a algo bueno, se le da la oportunidad de subir la Escalera de la Mente, respuesta larga, hacia la siguiente capa del Cerebro Humano, pudiendo hacer nuevas asociaciones con esos estímulos. Puede ser que el estímulo sea completamente nuevo, y también le dé a nuestra amígdala la oportunidad de pasarlo a otra capa superior, entrando en el camino largo de respuesta. También está en este nivel el núcleo accumbens, otro pequeño centro de control, en este caso es el que llama al placer, el que te hace repetir helado, a pesar de que sabes que no es sano, el que los creadores de los videojuegos adictivos conocen muy muy bien para tener a nuestros hijos horas y horas pendientes de ganar la última batalla, poniendo justo delante de sus narices la posibilidad del triunfo, llevándolos cada vez un poco más al descontrol de su voluntad.

Es el momento de asociar en esta capa los siguientes conceptos: PERTENENCIA- EMOCIONES-MEMORIA-APRENDIZAJE-HORMONAS.

PERTENENCIA- EMOCIONES-MEMORIA-APRENDIZAJE-HORMONAS.

Esta asociación es la que he visto interactuar en mis hijos y mi alumnado desde que soy madre y maestra. Por ejemplo, un niño al que le dejan fuera de su grupito de amigos cuando se hace las mezclas al pasar de ciclo. Ese niño, durante un tiempo más o menos largo se va a sentir fuera de su nuevo grupo y esto va a perjudicar de momento su acceso al aprendizaje pues no va a estar en una situación de seguridad ni se va a sentir del todo cómodo en su grupo. Otro ejemplo de cómo interactúan estos conceptos, es un alumno al que le echan una regañuza grande por lo que sea y justo después le toca rendir un examen, seguramente, al estar en un momento emocionalmente desagradable no va a recordar bien lo que quiere poner y no sacará el resultado esperado para él. Este mismo alumno, si justo después de una pelea o discusión en el patio le tocara entender las restas con llevada, lo más probable es que no se entere de nada y no pueda ni memorizar la mecánica. Y otro ejemplo más, esa niña que teme a la maestra porque le regaña, injustamente según su punto de vista, le costará mucho aprender cosas de ella.

Resumiendo: aprendemos más y recordamos más cuando estamos contentos y animados que cuando estamos desanimados o nos sentimos solos. Tomemos nota los maestros/as.

Por esto, y porque están en esta misma capa los cambios químicos que pueden llegar a hacernos enfermar, es muy importante para la supervivencia sentirse acompañado, sentir que uno pertenece al grupo, que contribuye en algo, y que sus ideas o habilidades son tenidas en cuenta. Por estos motivos no es tan extraño que las víctimas de bulling terminen con depresión, o en los trabajos, el llamado moving acabe en bajas laborales incluso con síntomas de otras enfermedades aparte de la propia depresión.

Podemos ponernos en el lugar de nuestros hijos y reconocer que a veces el colegio es difícil por estos motivos que el Cerebro Elefante activa. Muchas veces nos hemos sentido desbordados nosotros mismos por la emoción, a sabiendas de que no sean cuestiones de vida o muerte. Efectivamente nadie se murió de que lo despreciaran en un grupo, pero no hace sentir bien y tampoco nos hace sentirnos mejor ignorar estas emociones. La cuestión no es darles pábulo, solo compresión, en un momento dado, sin caer en la pena, eso hará que se sientan acompañados. Quizá con una asignatura difícil, el que alguien que les caiga muy bien les explique eso que no entienden, o que alguien de su propia tribu les ayude, hará que pueda usar todo su cerebro y no estar dominado por le agobio. Estos, son solo unos cuantos ejemplos de cómo ayudar al Cerebro Elefante pero en los siguientes posts iremos desarrollando más estrategias para ayudar al Elefante a subir la Escalera de la Mente y usar la siguiente capa en la evolución del cerebro.

Trinidad Prado Fernández-Baca

Salir de la versión móvil